Desde su lanzamiento, el exitoso juego móvil ha estado amenazado con el colapso de sus servidores ante el gran número de usuarios jugando al mismo tiempo y es que en su primera semana los 21 millones de usuarios intentando entrar a la aplicación hicieron tambalear la conexión de los servidores de Niantic, su desarrollador.
Más de 40 países ya cuentan con la posibilidad de descargar Pókemon Go alrededor del orbe y cada lanzamiento ha estado acompañado de un éxito arrollador, pero que no ha permitido celebrar a su desarrollador Niantic, sino más bien ha generado un constante desafío para evitar las caídas de sus servidores que no han podido soportar el número record de entradas que ya supera a Instagram y Whatsapp.
Niantic no es una gran empresa o una multinacional, recién el 2015 se desligó de Alphabet, holding multinacional madre de nada más y nada menos que Google. Por lo mismo, hacer frente a este éxito no se ve como una tarea simple, pues no cuenta ni con el equipo físico ni humano para esto. Para los expertos, la solución a sus problemas está en Nintendo quien deberá apoyar con toda su envergadura a Niantic si no quiere arriesgar el fracaso de su gran apuesta para volver a desarrollar una imagen de marca y la fidelización de sus clientes a través de los populares Pókemon.
A mediados de julio, DataCenterDynamics, publicación especializada en el rubro de datacenters, acusaba la fuerte carga bajo la cual se encontraba Google Cloud tras el fenómeno de Pókemon Go. Esto debido a que el videojuego requiere de conexión permanente a los servidores de la infraestructura que lo sostiene, pues solo de este modo puede mantener actualizada la posición de los elementos del juego en el mapa, es decir, la desconexión haría que el usuario no pudiera capturar a los preciados pokemones en el momento en que también lo hacen sus amigos.
Lo cierto es que las redes sociales se han repletado de comentarios de usuarios insatisfechos y ni siquiera las explicaciones de Niantic a través de su cuenta oficial en Twitter han logrado calmar los ánimos de jugadores que no logran tener una buena experiencia con la aplicación producto de forzados cierres de sesión.
Otra arista del problema la han abierto connotados grupos de hackers a nivel mundial, quienes se han adjudicado la caída de los servidores de Pókemon Go. OurMine, por ejemplo, ha declarado a través de su sitio web que persistirá en estos ataques a servidores para contribuir a la seguridad de la aplicación móvil. De ser cierto, este tipo de ataques podrían multiplicarse pues Pókemon Go ya cuenta con una apetecible base de datos que incluyen emails de millones de usuarios registrados alrededor del mundo.
Habrá que esperar entonces la reacción de Niantic y Nintendo para que la experiencia de juego y la seguridad de sus usuarios, confirme el éxito que la aplicación ha tenido hasta ahora en cada país en donde se ha lanzado.