Recibir continuamente correo electrónico no deseado es un hecho desagradable para cualquiera y lamentablemente el spam ocupa un porcentaje importante del tráfico de correos total alrededor del mundo. Para tratar de evitar la recepción de esa gran cantidad de spam que recorre las redes, es que se ha implementado la lista negra o blacklist.
Cuando un correo es enviado, el mensaje se entrega al servidor del emisor para que este haga el envío hasta el servidor de destino para que al final el receptor lo descargue. Por tanto, serán los servidores los que hagan las verificaciones y controles para asegurarse que el contenido de ese mensaje no corresponde a spam.
Uno de los métodos de análisis utilizados es la lista negra o blacklist, estas se tratan de un listado en el que se registran las direcciones IPs de aquellos servidores que envían spam. En las listas negras puedes ingresar en forma manual, es decir si tu IP es denunciada con evidencias o en forma automática, a través de cuentas de correo que funcionan como trampas funcionando en espera de recibir spam para detectar al servidor que la envía.
Existen distintas listas negras en internet, las que son consultadas por muchos servidores, esto va a implicar que si la IP del servidor en donde se aloja esta en alguna lista negra, el mensaje que se envíe desde ahí será considerado spam y por tanto no será recibido por sus destinatarios.
Esto se agrava aún más cuando alojas en un hosting compartido, es decir, en un servidor en el que compartes una IP con muchos clientes, pues se corre el riesgo de que cualquiera de esos clientes haga algo indebido y bloquee la IP. Por lo miso debes asegurarte de alojar en una empresa de hosting lo suficientemente seria como para resguardar la seguridad de tu información en un servidor compartido y asegurar la protección de tu IP, aunque esta no sea sólo tuya.